martes, 29 de diciembre de 2015

Reciclado

Los trastornos que ocasionan las plantas de tratamiento y  reciclaje de metales en ambientes urbanos son amplios y muy predecibles.

Contra la Chatarrería de Arroyo de la Bulera, en VillaVerde, hay que ampliar el campo de actividad.



 El sector del reciclaje de metales es ciertamente un sector poco conocido y complejo, por la presencia de contaminantes y por las características de su peligrosidad, habida cuenta de los diferentes productos y procesos utilizados en la actividad del reciclaje.

Podemos centrarnos en los efectos mas evidentes, que nacen de la necesidad de gestionar adecuadamente todo el procesado de estos residuos, para evitar el impacto sobre las personas o el medio ambiente, como pueden ser la presencia de polvos en suspensión y humos,  elevados niveles de ruidos, y la contaminación química de suelo y capa freática.

El riesgo de inhalación de polvo ha de minimizarse hasta niveles exentos de riesgo o mejor aún eliminar la posibilidad, teniendo en cuenta para ello, tanto su situación actual desde una perspectiva cuantitativa y cualitativa, asi como las perspectivas futuras del mismo, ante un posible desarrollo urbano que multiplicaría los casos de exposición.

La primera propuesta hacia esta industria, seria aislarla. 
Una barrera física contendrá las emisiones y reducirá su dispersión. Como los recintos de confinamiento rara vez son herméticos, suele aplicarse a esta industria, un sistema de extracción por corriente de aire negativa. Todos los sistemas de ventilación por evacuación, dilución y renovación de aire asi como su filtrado deberán ser objeto de un adecuado mantenimiento para que permitan un control eficaz de los contaminantes atmosféricos. 
Además de los sistemas de ventilación general deberá mantenerse el equipo de proceso, a fin de eliminar los derrames de material y las emisiones fugitivas. 
De ese modo, habrá menos personas expuestas y disminuirá el número de fuentes de emisiones que contribuyan a la exposición en las distintas áreas aledañas. 
Para cada una de las fases metalúrgicas básicas en la transformación de los metales para su reciclado, trataremos de analizarlas desde el punto de vista del material que será tratado para su reciclaje según sean estos metales férreos (hierro y acero) y no férreos (aluminio, plomo, cobre, cinc, níquel y estaño), trataremos de identificar cuáles son los riesgos específicos que puede causar daños o enfermedades graves, por inhalación o por contacto, a la población colindante de la explotación y qué medidas preventivas se podrán adoptar ante ellos.


La fase básica del procesado y achatarramiento del metal, ha de cumplir con unos requerimientos mínimos que permitan establecer un nivel por debajo del cual los riesgos a la salud no existan.
 A la hora de reducir la chatarra a un tamaño manejable para la carga y llenado de las tolvas, suelen utilizarse sistemas productivos que pueden provocar daños asociados al ruido, como mazas rompedoras y grúas con grandes electroimanes o simplemente de tracción mecánica..

Problemática asociada. 
Plomo En el caso de baterías, el derrame o vertimiento de electrolito ácido, provoca contaminación de suelo y agua, contaminación por plomo.
 Cobre manipulación secundaria de cobre, puede producir dioxinas y furanos si interactúa con chatarra sucia, con restos de aceite y plásticos, o si no se regulan adecuadamente los parámetros operativos. El problema se incrementa si no existe tratamiento de emisiones. Las bobinas de transformadores pueden estar contaminadas con bifenilos policlorados, en esta situación el proceso de desembobinado y limpieza del dieléctrico puede afectar la salud del operador y contaminar el medio ambiente. 
La fundición de chatarra de circuitos electrónicos genera emisiones que pueden contener berilio, compuesto tóxico para la salud humana. Hierro/acero En el proceso de sinterización de hierro se producen emisiones de dioxinas y furanos por la presencia de fuentes de carbono y cloro, provenientes del combustible y la chatarra sucia. El uso de carcasa de transformadores contaminada con PCB (transformadores obsoletos que no fueron descontaminados) aumenta el riesgo de formación de dioxinas y furanos.

Toda esta sensación de alarma y peligro hacia las personas y medio ambiente ha de dirigirse hacia alguien, SEPRONA, Medio Ambiente, Inspección de Trabajo...


El fin ultimo, el traslado y desmantelamiento de la citada industria si no cumple las especificaciones y normas propias y representa un riesgo para la salud de los vecinos y un daño considerable para el medio ambiente urbano.


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