jueves, 12 de junio de 2008

BARRIOS INMIGRANTES


La realidad actual, social y urbanistica, de San Cristobal es cuanto menos complicada, pero no más y si identica a otros barrios, y zonas urbanas de Madrid y de otras zonas de España, siempre y cuando tengan el mismo catalizador, ser lo que podriamos denominar barrios inmigrantes y deteriorados urbanisticamente. En la ciudad de Madrid sí hay barrios que son percibidos claramente como «barrios inmigrantes». San Cristóbal de los Ángeles, es uno de ellos, se caracteriza por unos límites perfectamente definidos y claramente percibidos por sus vecinos: "Esto es una isla" ,vías del tren, autovia de Andalucia y descampados rodean el barrio y producen una sensación de aislamiento agravada por las deficientes infraestructuras de comunicación que unen al mismo con la capital. Y a ésto hay que sumarle el mal endémico de San Cristobal la mayoría de las viviendas se concibieron alla por los años 60 como viviendas provisionales que, sin embargo, se harán permanentes en el tiempo. Este hecho, unido a una inadecuada cimentación sobre terreno arcilloso, ha provocado un grave deterioro de las viviendas, que hacen de éste un problema crucial para el barrio. Todo ello ha fomentado que en los últimos años se haya producido una "ruptura del tejido social" del barrio. Por un lado, a causa del progresivo envejecimiento de la población y el éxodo de la gente más joven ante el problema del deterioro de la vivienda, siendo sustituidos estos por distintas oleadas de individuos no nacionales, ante el reclamo de viviendas baratas, pero tras la compra de las viviendas comprobaban que lo que habian comprado son, en la mayoria de los casos, ruinas a precio de oro, pues hay que sumarle al desembolso inicial, el incremento de los costes de rehabilitación y en algunos casos la sustitución total del edificio por otro de nueva cosntrucion, algo que en muchos casos no pueden afrontar. Hoy el barrio no se percibe ya como esa "comunidad solidaria y unida" de antaño, sino como un espacio donde se juntan mil historias, cada una con una trayectoria temporal diferente, un momento de llegada distinto y un proyecto vital propio. Y este cambio genera en los "nativos" desconfianza ante unos "recién llegados" desconocidos. Por primera vez en el barrio hay una llegada masiva de gente a la que no se conoce, ya no somos todos los vecinos conocidos entre sí y surge la desconfianza. Si los "recien llegados" no se suman al proyecto, y a la lucha "social" por este barrio, serán parte del problema y no de la solución.